Del 13 al 16 de julio se reunieron aproximadamente 700 personas en Brasilia, Brasil en el marco de la undécima Conferencia Regional sobre la Mujer de América latina y el Caribe, organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Secretaría de Políticas para la Mujer de Brasil.

Durante el evento la CEPAL presentó el documento ¿Qué Estado para qué igualdad? que presenta los logros y desafíos de los gobiernos de la región en favor de la igualdad de género. Así mismo fue adoptado el Consenso de Brasiliaque resume las principales conclusiones del evento e incluye una serie de propuestas para mejorar la situación de la mujer en América Latina y el Caribe.

Los representantes de 33 países de la región también dieron la bienvenida a la nueva entidad para la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer - ONU Mujer y manifestaron su solidaridad frente a las catástrofes naturales en Haití y Chile, comprometiéndose a apoyar acciones que favorezcan los derechos de las mujeres y la igualdad de género.

¿Qué estado para qué igualdad?

El informe ¿Qué estado para qué igualdad? presenta un análisis de los progresos y desafíos de los gobiernos de la región en materia de igualdad de género, tras la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing, de losObjetivos de Desarrollo para el Milenio y de la adopción del Consenso de Quito durante la décima Conferencia sobre la Mujer. El informe fija los rumbos que debe seguir la región en materia de igualdad, de acuerdo con la señora Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL.

De acuerdo con el informe, los mayores progresos en materia de igualdad de género se han observado en el acceso a la educación de las mujeres. De hecho en el año 2005 ya se había logrado la paridad educativa en la región, pero con algunas brechas en áreas poblacionales. Los avances en materia de género también se observan gracias a la implementación de mecanismos para el avance de la mujer, entre los cuales cabe destacar la aprobación de leyes nacionales de igualdad, la implementación de presupuestos con enfoque de género, entre otros.

De igual manera, la participación política de las mujeres y su acceso a la toma de decisiones ha aumentado considerablemente. De hecho, América Latina registra la tasa más alta de participación femenina a nivel parlamentario, lo que se explica principalmente gracias a un conjunto de cambios en los patrones culturales.

La participación económica de las mujeres también ha registrado un crecimiento elevado debido principalmente al incremento del nivel educacional de la población femenina. Sin embargo, el mejoramiento de las condiciones de trabajo, la disminución de las desigualdades en materia de salario y las discriminaciones en el mercado laboral, son algunos de las falencias que persisten en la región.

Sumado a lo anterior, el aumento del "índice de feminización de la pobreza y la indigencia," la dificultad a implementar las legislaciones que favorecen y protegen los derechos de las mujeres y los altos niveles de violencia contra la mujer se constituyen en los principales desafíos que enfrentan los gobiernos de América Latina y el Caribe.

Con el objetivo de dar respuesta a los principales problemas en materia de igualdad de género, el Informe subraya el rol estratégico del Estado en el desarrollo de la igualdad social. En este sentido, la incorporación de las mujeres al mercado laboral en igualdad de condiciones frente a los hombres; la "redistribución de la carga laboral no remunerada relacionada con la función de reproducción y otras actividades humanas," así como los progresos en la autonomía económica de las mujeres, recaen principalmente en las políticas públicas y las acciones lideradas por los Estados.

De acuerdo con el informe, los Estados juegan un rol clave en el progreso hacia la igualdad de género a través de la asignación del gasto social y la redistribución de las riquezas. De igual modo, ellos se encuentran al origen de los cambios sociales, políticos, económicos y culturales necesarios para superar las desigualdades entre hombres y mujeres en la región.

Consenso de Brasilia

Como resultado de la XI Conferencia los países participantes adoptaron el "Consenso de Brasilia," que insta a los gobiernos a aumentar sus esfuerzos en miras a garantizar una mayor autonomía de las mujeres y la igualdad de género. El Consenso incluye una serie de acciones en los siguientes ámbitos:

1. Conquista de una mayor autonomía económica e igualdad de las mujeres en la esfera laboral.

2. Fortalecimiento de la ciudadanía de las mujeres.

3. Aumento de la participación de las mujeres en los procesos de tomas de decisiones y en las esferas de poder.

4. Lucha contra todas las formas de violencia contra las mujeres.

5. Acceso de las mujeres a las nuevas tecnologías y la promoción de medios de comunicación igualitarios, democráticos y no discriminatorios.

6. Promoción de la salud integral y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.

7. Implementación de actividades de capacitación, intercambio y difusión que permitan la formulación de políticas públicas basadas en los datos del Observatorio de igualdad de Género de América Latina y el Caribe.

8. Promover la cooperación internacional y regional para la equidad de género.

El Consenso concluye con la aceptación del ofrecimiento del gobierno de la República Dominicana para ser anfitrión de la décimo segunda Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.

Para consultar el Informe ¿Qué estado para qué igualdad? siga éste enlace

Para consultar el Consenso de Brasilia, presione aquí.